Impact Hub: más que un co-work, un ecosistema para impulsar ideas de impacto
Impact Hub es una red global enfocada en promover el desarrollo sostenible. Desde el Parque Empresarial Austral, la sede local funciona como co-work y, además, trabaja con consultoría y programas para acelerar empresas con mirada de impacto.
¿Qué es Impact Hub? ¿Un hábitat de emprendedores sociales? ¿Una red global para impulsar ideas de impacto? ¿Un co-work? Para explicar mejor el propósito de esta organización internacional que en Argentina tiene sede en el Parque Empresarial Austral en Pilar, conviene remontarse a su origen.
Impact Hub nació en Londres hace 20 años cuando un grupo de emprendedores ávidos de avanzar en la agenda de desarrollo sostenible –en una época en la que aún eran muy pocos los que hablaban del tema– se dio cuenta de que necesitaban un espacio físico donde compartir ideas, debatir y eventualmente quedarse a trabajar. “Nació como un movimiento, sin un modelo de negocios detrás. Empezó a sumarse gente de todo el mundo y algunos emprendedores lo replicaron en sus países. De golpe y, en pocos años, la red tenía presencia en 60 ciudades”, cuenta Federico Schnöller, cofundador, junto a Andrés Zuluaga, de Impact Hub Buenos Aires.
Fue entonces cuando se desarrolló un modelo de negocios con membresías para que quienes quisieran, pudieran participar. De la mano de la posibilidad de quedarse a trabajar allí, en el co-work, se creó otro vertical, el de los programas de formación e incubación de ideas de impacto. Por último y con el tiempo, construyeron un tercer pilar de consultoría.
Hoy, Impact Hub está en 120 ciudades. Desembarcó en Buenos Aires en 2017 y hace dos años se asentó en el Parque Empresarial Austral. Schnöller afirma que eligieron este lugar porque se encontraron con “un equipo que lo lidera y gestiona convencido de que generando las condiciones necesarias, se puede activar un ecosistema virtuoso de trabajo único en Argentina”. Allí, en medio de un Campus de 26 ha., un equipo de 15 personas se dedica a acompañar a emprendimientos y empresas que quieren operar con triple impacto, a través de programas de formación y consultoría. Además, emprendedores, freelancers y startups cuentan con oficinas privadas, escritorios equipados, salas de reuniones, auditorio para eventos, y todos los servicios que necesitan para operar.
Hacer buenos negocios
Federico Schnöller es economista especializado en economía circular, medición y gestión de impacto, y en su intersección con modelos de negocio convencionales. Mientras cursaba un MBA en Sostenibilidad en Suiza, tuvo la oportunidad de sentarse a tomar un café con el fundador del Impact Hub de Zurich.
Ese fue el puntapié inicial que lo llevó a abrir Impact Hub Buenos Aires con el fin de promover negocios con impacto positivo. Los emprendedores son su principal target, pero también trabajan con empresas multinacionales interesadas en diseñar su estrategia de sostenibilidad (ESG) con una mirada de negocios. “Identificamos desafíos sociales y ambientales en las cadenas de valor y trabajamos conjuntamente para transformarlos en oportunidades de negocios”, sintetiza Schnöller.
Explica que se trabaja sobre tres ejes: el más “humano”, enfocado en la persona y sus modelos mentales, para formar nuevas capacidades y cultivar un liderazgo consciente; un segundo eje organizacional, centrado en las formas y dinámicas de trabajo; y un tercer eje ecosistémico, para co-diseñar soluciones de gran escala con otras organizaciones. “Un único actor no puede generar el cambio en escala. La clave es conectarse con otros sectores e industrias para trabajar colaborativamente”, asegura. En este sentido, destaca que el Parque Empresarial Austral es un “gran ecosistema potencial para que las empresas residentes puedan trabajar juntas con conciencia en desafíos apremiantes, más allá del día a día”.
Incubar ideas geniales
Como parte de su trabajo con emprendedores, desde sus inicios, Impact Hub Buenos Aires “acelera” entre 5 y 10 startups de impacto por año a través de HacelaRodar.org. El objetivo es que, además de hacer negocios muy rentables, las empresas tengan un impacto social y/o ambiental positivo.
Entre los proyectos que han acompañado, Schnöller destaca Libro de Pases y Reaquila. “Con ambos hemos logrado evolucionar su propuesta de valor para escalar su impacto en mercados concretos”, explica. Libro de Pases es una plataforma para gestionar la entrada y salida de jugadores, fundada por dos exfutbolistas que identificaron que sólo el 1% de quienes se proponen ser jugadores profesionales lo logran. Diseñaron una “plataforma”, para hacer que los futbolistas de todas las divisiones tuvieran más exposición internacional con clubes de todo el mundo.
Reaquila, por su parte, es un marketplace que une a los grandes generadores de residuos con las industrias que requieren fabricar nuevos productos a partir de materia prima reciclable, generando una economía circular.
Para Schnöller, lo más interesante, es trabajar con los “no conversos”: “La agenda de desarrollo sostenible necesita salir de la ´tribu´. Más allá de estar trabajando con múltiples actores referentes de sus respectivas industrias, nos apasiona trabajar con los que no tienen ni idea de cómo empezar”.